Los muñecos vudús pueden ser usados con
diversos objetivos. Pueden usarse para atraer riqueza, encontrar pareja,
defenderse contra un enemigo, impedir una infidelidad, atormentarle la vida a
una persona hasta eliminarla e incluso, causar la muerte.
Una persona que
es víctima de una brujería vudú se convierte en esclavo del brujo que la
realizó y las consecuencias para aquel que sufre un sortilegio de este tipo son
muchas. Una de estas es la pérdida de la voluntad, ya que la persona se
encuentra a la orden del brujo. El que puede llegar a convertirlo en un
verdadero zombi.
Pasos:
Permanecer cerca al área del altar a menos que tu imaginería quede más a la mano en cualquier otro punto, tal como la proximidad de la víctima. Después de producir la imagen de la víctima proceder con la destrucción de la efigie de la manera que crea más conveniente. Lo cual puede ser hecho de las siguientes maneras:
a)
Clavando alfileres o clavos en un muñeco representando a tu víctima; el muñeco
puede ser hecho de ropa, cera, madera, materia vegetal, etc.
b)
La creación de una imagen gráfica describiendo el método de la destrucción de
tu víctima; dibujos, pintura, etc.
c)
La creación de una descripción literaria vivida del fin definitivo de tu
víctima
d)
Un soliloquio detallado dirigido a tu víctima, describiendo sus tormentos y
aniquilación
e)
Mutilación, heridas, causando enfermedad o dolor por aproximación, utilizando
cualquier otro medio o elemento deseado
Un desprecio y un odio intenso
y calculado deben acompañar este paso de la ceremonia, y no debe hacerse ningún
intento para detenerlo hasta que la energía que inviertas en ello termine en un
estado de cansancio relativo por parte del mago. Cuando llegue el cansancio,
proceder con el paso 1.
1.
Si alguna petición se hace por escrito, se lee en voz alta por el sacerdote y
luego son quemadas en las llamas de la vela correspondiente
2. Si las peticiones son dadas verbalmente, los participantes (uno a la vez), se las dicen al sacerdote. Este a su vez las repite en sus propias palabras (las que a él le parezcan emocionalmente más estimulantes)
2. Si las peticiones son dadas verbalmente, los participantes (uno a la vez), se las dicen al sacerdote. Este a su vez las repite en sus propias palabras (las que a él le parezcan emocionalmente más estimulantes)
3.
La clave o llave enoquiana es ahora leída por el sacerdote como evidencia de la
alianza de los participantes con los poderes de las tinieblas
4.
Se suena la campana para purificar, y luego las palabras "Ya está
hecho" son dichas por el sacerdote.
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